La Columna, un espacio para la reflexión



Paracelsianos Asociados en Naturopatía (P.A.N.), presenta en este espacio artículos y reflexiones que nuestros socios nos hacen llegar, con el fin de difundir temas de interés general, en especial los relacionados con el bienestar físico y emocional. Los contenidos y expresiones en estas publicaciones e ilustraciones, son aportadas y de exclusiva responsabilidad de cada autor.

Comenzamos a difundir en esta oportunidad las notas que nos hacen llegar nuestros colegas y asociados. A continuación, publicamos el artículo que nos ha hecho llegar el Naturópata Paracelsiano Sergio Gutiérrez.

Sobre la Desconexión … y sobre el destino  


Así como evoluciona nuestro día a día, así como nuestra distancia con la naturaleza se hace más grande. Vemos el bosque como algo que está allá, donde termina la ciudad. Vemos las estrellas, los astros, los cuerpos celestes como cosas que están allá, donde termina la atmósfera. Consideramos los animales y las plantas como seres externos y de complementación funcional respecto a nuestra rutina. Si tengo mascota, tengo una cosa que me acompaña. Y a la hora de comer, una lechuga no es más que una guarnición que ayuda a deglutir un trozo de vaca muerta. Civilizaciones antiguas, en constante conexión con la naturaleza, plasmaron tanto en su arte, como en las leyendas de la tradición oral, cuanto comprendían y respetaban la creación.
Defensores del axioma "cada cosa tiene un propósito. Todo lo que eres, lo que tienes y lo que haces, es parte de un gran ciclo cósmico, todo es parte de todo. Nada te pertenece, ni siquiera tu cuerpo y un día deberás regresarlo". La pérdida de ese vínculo natural, nos ha arrojado al vacío de la depravación. Tanto, que hemos logrado ser finalmente los malos de la historia. ¿¡ A ver quien le teme al Wendigo en el siglo XXI !? ... pues en él nos hemos transformado.
En la medida en que más observamos los pequeños detalles de la vida, más nos sorprendemos de cuan sincronizada la vida está. No notar el vínculo con el entorno es inentendible para algunos. Hay de aquellos que miran las estrellas en busca del destino, hay de aquellos que miran las estrellas en busca del dinero, .... y también hay de los que no las miran hace años.  También los hay de aquellos que miran la tierra y las plantas que de ella germinan, como algo que ocurre en un ecosistema distante del cual vivimos. ¡Claro! no hay oficinas entre los árboles.  ¡Es más! ¿Como puedo yo ser parte de algo en lo cual no hay Wifi, Neflix o Perifar Flex?. Tan triste como suena, tan real como es.


Ya hace más de 500 años, Paracelso hablaba de la integridad de la existencia, del principio de unidad que todo lo rige. Él, miraba las estrellas con el fin de comprender la esencia. ¡Si!, ¡así es!, Teofrasto Paracelso, el famoso médico alquimista, fue uno de esos que miran las estrellas buscando un destino. Pero con un plus filosófico crucial: Si bien el destino del hombre esta determinado por el astro que rige en su nacimiento, portamos desde la gestación de nuestra alma el libre albedrío. Esa capacidad innata de influir sobre nuestro sendero de vida. Ese Free Spirit al cual alegan las nuevas tendencias New Age de pensamiento, ya existía hace 500 años o más.  Sin embargo, es en la simpleza de su existencia que esta afirmación gana o pierde influencia. ¿Tenemos la capacidad de ejercer el Libre Albedrío, o somos simples entidades pasivas que aceptamos lo que nos toca de vida?  ¡Vaya pregunta!, y ¡vaya respuesta si hemos de pensarla!. Por los siglos, los pensadores han buscado el sentido de la vida. Interminables debates que han concluido en más y más dudas. Y al final, uno pregunta, después de tantos textos enfrentados entre sí, ¿existe o no existe el destino? ¿Tengo o no tengo ese bendito Libre Albedrío del que hablan?
Retomando la misma simpleza de Paracelso para explicar la complejidad del microcosmos-hombre, desde de la existencia del macrocosmos-universo, cito una frase que amo desde que la escuché por los superfluos y banales parlantes de un televisor: 

"No sé si todos tenemos un destino, o si estamos flotando casualmente (como una pluma) en la brisa; pero yo creo que pueden ser ambas, puede que ambas estén ocurriendo al mismo tiempo". Forest Gump 

Debí advertir desde el inicio mi visión de que lo más trascendental se encuentra en los lugares más superfluos a veces.... que linda película y ... ¡Cuánta razón tiene esa frase! Sin embargo, no es sencillo comprender 2 eventos opuestos sucediendo al mismo tiempo. Si tienes esa capacidad, entonces estás un paso más cerca de responderle a Schrödinger sobre el estado de salud de su famoso gato.  
Paracelso decía que mediante el libre albedrío, el Ser Humano era capaz de cambiar su destino. Esto significa, cambiar la influencia de su astro natal para su beneficio y evolución. Lo que no queda claro es el complejo y ondulado trayecto a recorrer antes de poder lograrlo. ¿Qué tan fácil es emitir un juicio como doctrina personal, cuando somos antenas activas, recibiendo constantemente opiniones ajenas sobre todo cuanto existe en este universo? ¿Somos inmunes al chusmerío?, ¿al "que dirán" ? ¿Nos moja la lluvia?
Era de esperarse que el desenlace de la postura que planteaba el Maestro Teofrasto fuera complicado y chicloso de masticar. Por algo los textos de esa época eran ocultistas. Pero escribir: “mirá que ta´ complicau esto!" en la tapa de sus libros, hubiera ayudado a los buscadores de la felicidad del Siglo XXI antes de enredarnos entre sus letras.  ¡Ufa! ¡que dá laburo ser feliz!. (Me permito el chiste! Y me lo entiendo!, vea ud como se lo toma.)  Observemos la interconexión que entre bromas describimos en estas líneas. El humano está conectado a las estrellas. Las estrellas están conectadas al libre albedrío de los humanos. Y el libre albedrío, posee la conexión más increíble que podamos imaginar. Es una membrana que intermedia mediante ósmosis con el entorno. Podemos cosechar el fruto para crear la siembra que dará nuevas cosechas, o podemos depredar la especie. Pero puesto que esta interconexión fundamental requiere más líneas de texto, la dejaré para otro post. 


El primer paso para el vínculo es enchufarse, como quien intenta cerrar un circuito eléctrico. No existe forma de retomar el contacto con la naturaleza, con las plantas, con la cura de las enfermedades si seguimos creyendo que somos entidades individuales, independientes de lo que nos rodea, de lo que nos precede y acompaña.
Es únicamente dentro de nuestro corazón donde duerme el Ser, la Luz Divina otorgada por La Creación. Esa chispa  que permite el vínculo con lo más etéreo, ese Íntimo que permite la gestión del Libre Albedrío en su máxima expresión. Es el pestañeo interior lo que trasciende la influencia astral, nuestro destino y nuestro transitar cada día de nuestra vida.  Rockero de alma, me viene a la mente el tema Free Will de la banda Rush, y me voy a escucharlo ahora, así que nos leemos en otra, bye!:  You can choose a ready guide / Puedes elegir un guía instruído in some celestial voice / en alguna voz celestial. If you choose not to decide / Si elijes no decidirte, you still have made a choice / aún así has tomado una elección.  You can choose from phantom fears / Puedes elegir miedos fantasmas And kindness that can kill / y bondades que pueden matar. I will choose a path that's clear / Yo elegiré un camino que es claro, I will choose free will / elegiré el Libre Albedrío.


Sergio Gutiérrez  

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